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Canning: el corredor verde que crece a pasos agigantados
25 de Junio de 2025
El corredor de Canning combina naturaleza, urbanización moderna y un ritmo de crecimiento sostenido. Una zona que redefine el equilibrio entre calidad de vida y desarrollo inmobiliario.
A 40 minutos de la ciudad de Buenos Aires, la Ruta 58 hospeda el corredor verde de Canning, una zona que se transformó en sinónimo de calidad de vida, inversión inmobiliaria y desarrollo urbano.
El crecimiento de esta región del sur del conurbano bonaerense es sostenido y en los últimos años se ha acelerado notablemente gracias a la consolidación de numerosos emprendimientos, como barrios cerrados, desarrollos comerciales y, más recientemente, proyectos de oficinas que comienzan a despegar con fuerza.
¿Dónde está Canning y qué la rodea?
A diferencia de otros polos suburbanos como Pilar o Escobar, que están a más de 50 km de la Capital, Canning se ubica apenas a 39 km de la ciudad de Buenos Aires.
Tiene accesos directos por Ruta 58, Autopista Ricchieri y la recientemente habilitada Autopista Presidente Perón.
Esta última conecta el corredor con zonas clave del oeste y sur del conurbano, como La Matanza, Ezeiza y San Vicente, potenciando aún más la radicación de nuevos proyectos.
Esta particular configuración hace que la región no tenga una única administración, pero sí una identidad urbana muy clara: seguridad, contacto con la naturaleza y desarrollos de media y alta gama orientados principalmente a familias de clase media y media-alta.
Entre los barrios y localidades que integran este polo en expansión se destacan:
- El Trébol y La Unión, en Esteban Echeverría.
- Las Toscas, El Lauquén, Saint Thomas, Solar del Bosque, La Magdalena, Lagos de Canning y Terralagos, algunos de los más reconocidos barrios cerrados de la zona.
- San Vicente y Domselaar, que comenzaron a atraer inversiones por su cercanía al corazón del corredor.
- Canning Chico y Ezeiza Centro, con un desarrollo urbano más consolidado y tradicional.
Canning: Un crecimiento urbano sin precedentes
Hace apenas 25 años, esta zona contaba con unos 8000 habitantes. Hoy, según datos recientes, se estima que esa cifra supera los 100.000 residentes, una transformación urbana que incluyó infraestructura, conectividad, educación, salud y entretenimiento.
El último censo ya mostraba un fuerte incremento: solo en la localidad de Canning, se pasó de 4136 habitantes en los años 90 a más de 18.400 personas, lo que representa un crecimiento del 346,25 % en tres décadas.
Este proceso de expansión fue acompañado por la aparición de más de 60 urbanizaciones cerradas, entre barrios privados, clubes de campo y condominios de lujo, lo que generó una nueva dinámica urbana y social.
¿Por qué creció tanto Canning?
El desarrollo del corredor responde a varios factores clave, según especialistas del mercado:
- El auge del crédito hipotecario a fines de los 90, que permitió el acceso a la vivienda en nuevas zonas suburbanas.
- El “boom sojero” entre 2005 y 2006, que trajo inversiones del campo al ladrillo.
- La pandemia como disparador definitivo: la necesidad de más espacio, verde, home office y calidad de vida disparó la demanda por este tipo de barrios.
Como explica Martín Boquete, director de Toribio Achával: “Canning creció muchísimo y hoy no da abasto en la demanda que existe para locales comerciales, oficinas y departamentos residenciales de media densidad”.
El nuevo foco de oficinas y servicios
Además del crecimiento residencial, el mercado de oficinas empieza a tomar protagonismo.
Hoy existen proyectos en ejecución que aportarán más de 63.000 m² de superficie corporativa, con usos variados: desde consultorios médicos y estudios profesionales, hasta espacios para coworking y oficinas AAA.
Un caso destacado es el de Pride Canning, un barrio cerrado de 750 lotes donde ya se está construyendo un centro comercial con 98 locales, distribuidos en 7 manzanas.
El próximo paso será la construcción de dos edificios de oficinas AAA, que sumarán 8000 m², con una obra que demandará unos 24 meses.
El corredor verde de Canning ofrece una propuesta de valor integral: urbanizaciones seguras, entorno natural, centros comerciales modernos, colegios de primer nivel, clínicas, centros deportivos y ahora, oficinas de cercanía. Todo en un entorno consolidado y de crecimiento sostenido.
Por eso, ya no se trata solo de un lugar para vivir mejor, sino también de una oportunidad estratégica para invertir, trabajar cerca de casa y proyectar a futuro.
