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El Microcentro de la ciudad es reconocido por albergar edificios corporativos: del total de edificaciones, el 63% pertenecen a oficinas. Sin embargo, luego de la pandemia gran parte de estas oficinas quedaron en desuso debido a la modalidad del home-office. 

Por esa razón, el centro porteño se presenta como una nueva oportunidad para reconvertir la zona a una más residencial.

Los precios bajos, una ocasión para aprovechar

Los precios bajos se ven reflejados principalmente en edificios enteros, aproximadamente de entre 40 y 50 unidades, con un valor de entre US$ 1 y US$ 2 millones, lo cual da un cálculo aproximado de US$30.000 por unidad, diferenciándose de un dos ambientes otros barrios de la ciudad, cuyos precios rondan los US$ 45.000. 

Si bien los precios son marcadamente más bajos, los valores también pueden depender de si la propiedad se encuentra o no sobre una avenida, si el edificio es de estilo francés o perteneciente al movimiento Art Deco o racionalista.

Reciclar edificios de oficinas a residenciales tiene sus pros y contras. Como positivo, se reducirían los gastos que habría al construirlo desde cero, lo cual conlleva una gran oportunidad para el desarrollador. Como negativo, los edificios deberían ser readaptados, ya que por ejemplo los servicios, ventilación, baños y cocinas no son iguales en oficinas que en unidades residenciales.

Todavía existe incertidumbre sobre si los precios seguirán bajando o si ya tocaron fondo. Con el pasar del tiempo esto se irá definiendo y la zona se irá adaptando en base a lo que suceda, pero es claro que si el rumbo sigue en la misma dirección, Microcentro está destinado a reconvertir sus viejas oficinas en un barrio más residencial.