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¿Qué tener en cuenta a la hora de invertir en pozo?

25 de Febrero de 2022

A la hora de comprar una propiedad, son muchos los interrogantes que se nos presentan: ¿Dónde me conviene invertir mis ahorros? ¿Un departamento a estrenar? ¿Una casa a reciclar? ¿Invertir en ladrillos?

En esta oportunidad, te explicaremos las ventajas y desventajas de invertir en pozo. Pero primero, comencemos con una definición: invertir en pozo significa invertir en un edificio que aún se encuentra en etapa de construcción. Es una inversión a futuro, que te garantiza un departamento a estrenar en unos años. 

Por lo general, para este tipo de desarrollos se pide un anticipo del 30 o 40% y el resto se paga en cuotas sin interés en pesos, ajustables por el índice de la Cámara Argentina de la Construcción según la inflación. 

La principal ventaja con respecto a comprar una propiedad con llave en mano, es que te permite ir pagando en cuotas, a diferencia de la otra opción en la que deberás contar con todo el dinero en mano o sacar un crédito hipotecario. 

Además, comprar en pozo representa un ahorro de entre el 10% y 20% respecto al precio final de venta de una unidad a estrenar. Otra de sus ventajas es que, si se invierte para luego vender, el precio de esa propiedad en unos años claramente se incrementará: actualmente, se estima que las propiedades compradas al pozo hoy, tendrán un diferencial del 40% en tres años. 

Los plazos de obra suelen ser entre dos y tres años, y cuanto antes se entra a un proyecto, mayor es el margen de ganancia que puede obtenerse con una posterior venta de la unidad. En este momento, hay oportunidades de aprovechar las pre-ventas e ingresar con descuentos a muchos emprendimientos, ya que los desarrolladores necesitan el capital para avanzar con la obra.

Si vas a invertir en pozo, te recomendamos: 

1. Investigar la desarrolladora, indagar en otros proyectos anteriores y verificar que se haya cumplido con los plazos y la calidad constructiva, por ejemplo. Esto es importantísimo para mitigar el riesgo de obras paralizadas. 

2. Verificar si los planos están aprobados, así como la constitución del fideicomiso y los demás aspectos de “la letra chica” del contrato. Es importante asesorarse con un experto para estar seguro de que no habrá sorpresas después. 

3. Tal como lo harías con una propiedad ya construida, es importante evaluar planos y renders, tener en cuenta las medidas, la orientación y la calidad de los materiales. También conocer la zona del proyecto, si cuenta con acceso a transporte público y servicios, instituciones y zonas comerciales, como así también la seguridad. En este punto, recomendamos también investigar sobre las proyecciones del barrio, ya que, aunque en este momento no esté en auge, quizás sí lo sea en unos años cuando la obra esté terminada.

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